Las sillas colgantes tienen un encanto especial y poseen un gran impacto visual. Transforman cualquier rincón en un espacio original y con un toque bohemio ¿Te animas a incorporar una silla colgante en tu hogar? Te muestro algunos modelos ¡Estoy segura de que te encantarán!
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Los diseñadores daneses Nanna y Jorgen Ditzel con su Egg Chair y el finlandes Eero Aarnio con Ball chair diseñadas en los años 60 introdujeron un nuevo concepto en la historia del mueble: Las sillas que flotan en el aire. Desde entonces nos siguen fascinando y despertando nuestra curiosidad.
Egg Chair, vía: pinterest
Ball chair, vía: houzz
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Existen diferentes diseños y tamaños y si te se atreve a innovar en la decoración, te recomiendo incluir una silla colgante en tu casa, además de obtener un espacio diferente y poco convencional la disfrutarás al máximo.
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De ratán, mimbre, sintéticos, acrílicos…Estas sillas han evolucionado mucho. Suelen estar asociadas a los espacios exteriores, como jardines y terrazas pero incorporadas en la decoración interior aportan un impactante valor decorativo, además de que invitan a la diversión, descanso y recogimiento.
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Las sillas colgantes son una alternativa a las hamacas, ya que ocupan menos que éstas y se pueden instalar en cualquier rincón. Bastará un metro cuadrado de superficie para instalar una silla colgante en el techo y tendrás un espacio acogedor en el que leer o meditar.
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Aportan al jardín o a la terraza comodidad y estilo. Una pieza que por sí sola cobra protagonismo.
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¿Quién puede resistirse a sentarse en una silla colgante?