Quienes planeen visitar los fantásticos megalitos de Stonehenge tienen un motivo más: el nuevo centro de visitantes que ha diseñado el estudio arquitectónico Denton Corker Marshall por orden del English Heritage.
El moderno edificio, situado a un kilómetro y medio de la enorme construcción neolítica, es la primera fase del proyecto del English Heritage para mejorar la experiencia de los visitantes. Ha sido posible gracias a amplias donaciones de la Fundación Weston Garfield, el Linbury Trust y la Fundación Wolfson, junto a una subvención del Heritage Lottery Fund (HLF).
Stonehenge es probablemente el monumento megalítico más famoso del mundo. Fue construido en varias etapas, la última, en el período neolítico tardío, alrededor del 2500 a. C. Hoy en día, Stonehenge es un lugar clave dentro del Patrimonio de la Humanidad debido a la gran cantidad de monumentos prehistóricos que hay en sus alrededores.
Recibe casi un millón de turistas cada año, por lo que se había hecho imprescindible mejorar el acceso. El estudio ganador del concurso, Denton Corker Marshall, eligió la ubicación teniendo en cuenta las conexiones con el transporte y que no hubiera cerca ni restos arqueológicos ni casas particulares. En realidad, el monumento queda fuera de la vista del centro de visitantes.
Es una moderna estructura que consta de dos volúmenes conectados por una cubierta de zinc, que se apoya en 211 columnas. El punto más alto del edificio tiene 8 metros, la misma altura que la de los trilitos más altos de Stonehenge.
Se ha utilizado una gama de colores naturales con la intención de crear el menor trastorno posible al entorno. Una de las características clave de diseño del centro es la capacidad de devolver el sitio a su estado original con facilidad si fuera necesario.
El techo del dosel se ha ideado utilizando una única membrana con una capa de polímero base de EPDM, libre de halógenos, de PVC, de cloruro de betún y de plastificantes, y además, es reciclable. Los materiales para los revestimientos y el pavimento han sido madera de castaño y piedra caliza de Salisbury, respectivamente.
Los arquitectos tuvieron mucho interés en que el diseño del centro de visitantes tuviera existencia propia y no imitara a Stonehenge. Por tanto, la paleta cromática y la opción de los materiales hablan del monumento, pero no hay referencias directas a al mismo.
Por supuesto, el edificio presenta elementos sostenibles, como recogida de agua y un bajo consumo energético para la calefacción y la refrigeración.
«Por fin, los visitantes de Stonehenge podrán tener una idea de la gente que construyó este monumento, de su vida, su muerte y sus ceremonias», dijo el Dr. Simon Thurley, director ejecutivo del English Heritage, «en lugar de una parada o una oportunidad de foto rápida, queremos que nuestros visitantes den un paso atrás en el tiempo y que se pongan en el lugar de aquellos que crearon y utilizaron este extraordinario lugar, para maravillarse con los objetos cotidianos originales que utilizaban, para recorrer el paisaje de los alrededores. Esto hace que el verdadero encuentro con las rocas mucho más emocionante».
Denton Corker Marshall lleva siendo un renombrado estudio arquitectónico y de diseño urbano desde 1972. Su manera de entender la arquitectura está eficazmente reflejada en sus propuestas, donde destaca un gran interés en la experimentación con las formas, que se ha convertido en su sello distintivo. El estudio opera en todo el mundo y tiene oficinas en Melbourne, Londres, Manchester y Yakarta.