Sorprende la gran actualidad de la inspiración africana en la moda y la decoración, que sin embargo nunca va acompañada de su propia descripción geográfica y es sustituida por adjetivos, bien ciertos e inequívocos, pero ambiguos y evasivos con el propio termino ‘africano’.
A lo largo de estos años hemos visto numerosos accesorios en moda y decoración a los que no les ha faltado su epíteto de, por ejemplo, ‘oriental’, ‘zen’, ‘chinoise’ e incluso, ambiguamente, ‘tribal’.
Sin embargo la inspiración manifiestamente africana (a veces diseñada, fabricada e importada directamente del continente) ha corrido la suerte contraria: su nombre se evita y se sustituye por otros que dirigen la mirada del consumidor hacia horizontes diferentes: ‘tejidos estampados’, ‘superposiciones’, ‘evocaciones coloniales’…