Un apartamento en Brooklyn como este es buena muestra de que «en la variedad está el gusto», ya que mezcla a la perfección piezas de diferentes estilos y consigue un resultado bonito y ecléctico.
En el salón, la principal protagonista es la pared de ladrillo blanco, con una colección de cuadros y espejos que hace desviar la vista. La zona del comedor me parece increíble, preciosa la mesa de madera y muy original la lámpara de sobremesa.
Mención especial a los altísimos techos. Se puede ver perfectamente su gran altura en la zona de trabajo donde se ha realizado una estantería a medida para ubicar todos los libros.
La cocina, totalmente blanca, está completamente abierta al salón, separada únicamente por una gran isla realizada en Corian. Me encanta el toque rústico que da la columna y también los taburetes en madera, creando un bonito contraste. Es preciosa la estantería que cuenta con una gran colección de cuencos: aporta la nota de color.
Debajo del hueco de la escalera se ha creado un espacio a medida para colocar el piano que ha quedado enmarcado, con lo que han conseguido realzarlo como una obra de arte más.
En la habitación de matrimonio vemos, una vez más, el tan aclamado papel pintado de Cole and Son, que ya hemos visto muchas veces, pero esta vez con el fondo gris y los árboles en blanco que, junto con el ventanal también gris y el mobiliario de madera, crean una combinación perfecta.
La nota divertida la encontramos en el papel pintado del baño de invitados; me ha parecido encantador.
¡Disfrutad del tour!