No sé cuál es la razón por la que, al ver imágenes de una casa frente al mar como esta, crece en mí el espíritu ecologista y me entran ganas de vivir al borde del agua, tumbarme en una hamaca y dejar que los rayos de sol bronceen mi piel, leer o reír en compañía de amigos o de la familia compartiendo una deliciosa comida al aire libre ¿Soy un bicho raro o a ti también te sucede lo mismo?
En esta ocasión el azul del Báltico me ha seducido por completo y ahora mismo me gustaría hacer las maletas y tomar un avión en dirección a Suecia, en concreto a Saxarfjärden, y alojarme en un dúplex como este, al menos, una semana ¿Pido mucho o es un imposible? Porfa, si puedes hacerlo, llévame contigo en un rinconcito de tu maleta.
Me imagino tumbada en una hamaca a la sombra de estos robustos árboles, sin ninguna melodía de móvil anunciando una llamada, sin estar pendiente del reloj para saber a qué hora tengo programada la próxima cita o entrevista. Así, dulcemente mecida por la brisa del mar y acompañada por el trino de los pájaros, sin prisas, ni agobios, y por la noche, después de una plácida cena, un baño refrescante en las aguas azules antes de ir a dormir ¿Esto existe o lo recuerdo vagamente por alguna escena de una película romántica en la que el decorado era made in Hollywood?
Te daré una buena noticia y te aseguro que esta vivienda es real y además se puede alquilar a tiempo parcial si contactas con.fantasticfrank.se
.