Mirad la magnífica habitación con la que me he encontrado. Por favor, observadla durante un minuto ¿puede ser más bonita? ¡Me he enamorado de ella! Con esta habitación y una pequeña cocina sería feliz, no me haría falta nada más. Fijaos en el mural rodeando la puerta de entrada ¡Es increíble!

Lo mejor es que está integrada en una casa cuya decoración ha sido cuidada hasta el más mínimo detalle. Situada en plena naturaleza e invadida a través de sus ventanas de un frondoso color verde que nos crea un clima de confort, relajación y paz interior.

La combinación de colores en el salón es original y atrevida, pero al mismo tiempo suave y relajante. Nunca hubiera podido pensar que el amarillo, el verde y el naranja pudieran causar este efecto en su conjunto. Quizá se deba a que los utilizan con leves pinceladas sobre un fondo neutro de blanco y madera.

Dentro de la casa cada rincón es único. Sus complementos decorativos son realmente especiales, tienen personalidad propia. No cambiaría ni uno ¡La cabeza de búfalo es brutal! También me ha encantado la luminosidad que aportan sus generosos ventanales y como inundan de luz todas las estancias.

No me canso de mirarla. Voy a seguir un rato más con ella y espero que la disfrutéis tanto como yo. ¡Feliz sábado!