Hablamos de Biomasa, cuando nos referimos a cierta materia orgánica, de origen animal o vegetal, la cual sometida a ciertos procesos, la vamos a poder transformar en energía en forma de combustible sólido, líquido o gaseoso.
En nuestro país contamos con una magnitud considerable de Biomasa potencialmente transformable en biocombustibles sólidos como son los huesos de aceituna, los residuos agrícolas (tales como la cáscara de los frutos secos), los residuos de los montes y de las cosechas, los residuos de la industria forestal, los residuos orgánicos de la basura de las viviendas o los cultivos energéticos (dedicados exclusivamente a este fin).
Sus aplicaciones energéticas para conseguir dotar a la vivienda de energías limpias no contaminantes son numerosas, pero en la actualidad, en el ámbito de la zona euro, el tipo de energía proveniente de la Biomasa que encabeza la lista de los más solicitados, es la energía térmica para la calefacción de viviendas con calderas de Biomasa (en países como Austria o Alemania, este tipo de climatización se convierte en el más usado con un porcentaje cercano al 90% frente a otros tipos de sistemas).
Ventajas del uso de la Biomasa como combustible para nuestras instalaciones de calefacción y ACS
1. El uso de la Biomasa como fuente de energía implica un consumo ecológico y respetuoso con el medio ambiente, reduciendo el efecto invernadero, gracias a que únicamente se libera el CO2 absorbido por la planta a lo largo de su crecimiento, lo que supone un 0% de emisiones contaminantes a la atmósfera.
2. La Biomasa es considerablemente más económica que los combustibles fósiles como el gasoil o el gas natural, pudiéndose llegar a obtener un ahorro económico de hasta el 60%. El rendimiento de dos kilogramos de pellets equivale a un kilogramo de gasóleo.
3. Es un combustible de producción 100% nacional, por lo que no está sujeto a las fluctuaciones del mercado internacional. Del mismo modo, proporciona puestos de trabajo que benefician directamente a la economía del país.
4. El pellet (forma más usual de presentación del combustible) se presenta en pequeñas partículas sólidas fáciles de transportar y de almacenar, y no es susceptible de explosionar, como sucede con los combustibles fósiles.
5. Al ser combustible sólido, obtendremos un calor residual una vez apagada la caldera, que dependiendo de la materia prima utilizada, templará nuestros radiadores gradualmente. Este calor residual puede llegar hasta los 45 minutos.
6. La ceniza residual obtenida en la combustión de la Biomasa, es 100% aprovechable y reutilizable como abono natural para nuestros jardines, huertos y plantas.
De un tiempo a esta parte, viene creciendo en nuestro país una industria orientada a la producción y distribución de pellets en una presentación cómoda y fácil de utilizar. A su vez, cada vez son más los fabricantes de calderas aptas para este tipo de combustible, existiendo a día de hoy una amplia variedad que va desde las calderas más básicas hasta las más sofisticadas programables a distancia, pasando por las específicas para el consumo industrial. Incluso es posible, en algunos casos, la adaptación de las viejas calderas de gasoil a las nuevas de Biomasa, sustituyendo únicamente algunas piezas específicas.