Este precioso apartamento es sobrio, elegante y acogedor. Su estilo minimalista no llega a ser frío en ningún momento. Quizá sea por sus amplios espacios, por la combinación del blanco y el negro con su pavimento de madera o por las notas en crema de los muebles y algunas de sus paredes.
Cuando lo vi, noté de inmediato una sensación de calma y desahogo. Me imagino habitando en esta casa e impregnándome de ese estado de confort y placidez que únicamente las viviendas bien diseñadas pueden aportarte.
Me encanta el ambiente que crean sus luces indirectas, su ubicación en un nivel más elevado, sus techos inclinados, su estantería de obra en el salón: cuadrada, compuesta, perfecta. También me ha gustado su cocina gris antracita y el gresite en las paredes del baño. Una casa muy especial ¿No os parece?