Pensar que en muchas ocasiones avanzar supone volver al pasado no es ni más ni menos que una realidad. En interiorismo, recuperar y sacar el jugo a elementos decorativos de antaño para conjugarlos y armonizarlos con elementos contemporáneos es una de las maneras mas habituales de diseñar interiores totalmente actuales.

Volvemos a tener presente la BALDOSA HIDRÁULICA, diseños innovadores que reflejan los del pasado dentro de una misma forma.

La baldosa hidráulica nace en el Sur de Francia a mediados del siglo XIX, presentada por Garret, Rivet y Cía. en la Exposición Universal de París de 1867.

Se le denomina hidráulica porque no necesita cocción, es consolidada mediante prensas, de medidas que abarcaban desde el 10×10 hasta el 40×40, la más utilizada era la de 20×20.
Colorido y formas geométricas, florales o vegetales se unían para dar lugar a verdaderos mosaicos.

Una laboriosa fabricación, pieza por pieza, que se mantiene a lo largo del tiempo, ya que no ha cambiado prácticamente nada, y que obtiene como resultado un exquisito trabajo de diseño.
Una selecta elección de colores que nacen de la preparación de una pasta realizada con agua, polvo de mármol blanco, cemento blanco, arena y pigmentos que se vierten en unos moldes y son comprimidos por una prensa hidráulica, dando lugar a un material resistente, sólido y versátil, apto tanto para interiores como para exteriores.

De nuevo podemos disfrutar de este elemento, su uso es cada vez mayor y lo vemos en comercios, restaurantes, casas, etc., aunque si le damos un final esmaltado, tenemos una baldosa muy actual, decorativa y de HOY.