Carlos Villabon es un genuino representante del arte pop actual. Su estilo figurativo, el uso de colores vivos y los fuertes contrastes, son algunas de sus señas de identidad, siendo lo más representativo de su obra sus característicos trazos curvos enroscados a modo de burbujas de color.
Villabon utiliza una técnica muy personal, que el llama «Curvismo». Consiste en una serie de lineas curvas entrelazadas a modo de burbujas de color, de forma que trasforma los objetos o elementos de la composición mediante un lenguaje muy cómic.
El arte pop de Carlos Villabon se refleja claramente en sus lienzos de animales con conductas humanas, incluso ataviados con vistosas gafas de sol, resaltando el aspecto banal, incluso kitsch, de sus pinturas.
Ha realizado más de 300 obras desde sus inicios en 1991 y sus trabajos descansan en países como Brasil, Venezuela, Australia, Bélgica, Estados Unidos, Francia, España, México y Colombia.
También pinta murales, casi siempre paisajes, de estilo más realista y alejados del arte pop que caracteriza sus otros trabajos, tanto en su realización como en el colorido, aunque se aprecian algunos matices flúor que son su sello de autor.