En la reciente edición de Cevisama 2014 tuvimos el placer de disfrutar uno de los stands más imponentes y diferenciados. Os hablo de la Colección Alexandra, una privilegiada selección de baños que combina el lujo y el estilo con tradición artesanal y elementos contemporáneos, marcando estándares de calidad a los que otros muebles solo pueden aspirar.
Entrar en un baño Alexandra es tomar asiento en un teatro repleto de lujo y deleite. Su atmósfera invita a relajarte, a dejarte llevar por la calidad de los materiales, la esmerada ejecución de sus acabados o la elegancia de sus diseños, cautivando nuestra imaginación y creando un ambiente perfecto para el disfrute del baño.
Todas los elementos de la colección presentan el mismo lujo en cada detalle, desde sus exclusivos lavabos de porcelana o mármol hasta sus hermosas griferías, genuinas piezas de orfebrería: bellas, elegantes, intensas. Todo ha sido cuidado con verdadero mimo para convertir esta exclusiva serie en algo absolutamente fuera de lo común.
Por supuesto, la auténtica majestuosidad de esta colección se aprecia realmente cuando la contemplas en persona. Se palpa que ha sido diseñada para la vida, para el disfrute de los sentidos, por su refinada presencia, por su elegancia y por la suave textura de sus acabados: bellos, sugestivos, únicos, capaces de satisfacer los gustos más exigentes en el aseo diario.
La gama está compuesta por un selecto conjunto de muebles y consolas de baño que se complementa a la perfección con sus exclusivos espejos. Todas las piezas se han elaborado artesanalmente, creando auténticas obras de arte que serán protagonistas absolutas en los baños más elegantes y refinados. Su equipo de diseñadores y estilistas facilita la personalización de cada baño, aportando una experiencia aún más personal y gratificante.
No existen palabras suficientes para describir lo que se siente al acariciar uno de estos muebles. Su tacto embriaga, estimula los sentidos, haciéndote sentir alguien muy especial. Lo confieso: la Colección Alexandra me ha fascinado. ¡Bienvenida al Olimpo de los baños!