De vez en cuando apetece salir de los espacios cargados de exclusividad, repletos de piezas modernas o minimalistas, para pasar unos días de descanso en lugares de apetecible encanto.
Son lugares que te hacen respirar, que desprenden serenidad y calma, el elemento nº 1 para que unas vacaciones consigan el objetivo fundamental: desconectar.
Sin lugar a dudas, Don Ferrante un hotel situado en el casco histórico de Monopoli, Bari, en una antigua fortaleza, sobre el acantilado con vistas al mar, ha conseguido por lo menos conmigo, que dando un vistazo rápido a sus imágenes me traslade a unas imaginarias vacaciones al sur de Italia.
Revestimientos en cal y piedra para terrazas y fachadas que destacan con el azul del agua. Un apetecible espacio entre el cielo y el mar para relajarse.
Interiores, en cambio, que se visten de piedra en tonos tostados creando una gama acorde con las maderas blancas y decapadas del elegante mobiliario de época.
Dormitorios espectaculares desde un punto de vista de estilo provenzal muy señorial.
Cierto toque de romanticismo y confort en el que se respira la brisa mediterránea desde cualquier lugar de sus estancias.