Pocas cosas son necesarias en un interior cuando el exterior es esta explosión de naturaleza. La belleza del azul en su cielo y agua hacen que el resto sean meros accesorios. La tradición constructiva griega es la manera de hacer historia de un pueblo, el pueblo griego. Esta manera de construir se ha respetado en el Hotel Perivolas dándole alma en todo su interior.
En este hotel vamos a encontrarnos con la máxima sencillez en mobiliario y accesorios, ya que el entorno es el mayor y más exclusivo adorno que tiene el lugar.
Una construcción típica de la zona, en un acantilado, que se aúna a una maravillosa piscina rasante que nos hace sentir únicos frente al mar Egeo.
Desde luego un lugar donde la luz y la naturaleza son lo más representativo de este proyecto. ¿Nos vemos allí estas vacaciones?