Perderse en un balneario, disfrutar de un poco de relajación y el spa, descansar y desconectar del ajetreo de la gran ciudad… cualquier excusa es buena para poder escapar durante unos días e irnos a uno de los sitios más maravillosos y mágicos que Europa nos regala.
Karlovy Vary, también conocida como la ciudad balneario, se encuentra a escasas dos horas de la ciudad europea, y es una visita obligada cuando vamos a hacer turismo a esta ciudad. Ya no solo por todos los manantiales y actividades de relajación que esta ciudad nos ofrece, si no también por su colorido y la magestuosidad de las casas que la componen. Llenas de color y vida, hacen que te traslades a cualquier cuento de hadas y seas tú el protagonista. Un viaje de ensueño que, por mucho que te empeñes, es difícil de olvidar.
No dejes pasar la oportunidad de poder ver la famosa Fuente de Vridlo, en el centro de la ciudad, La Torre Diana, un mirador junto al Grand Hotel Pupp o el Hotel Thermal, el mayor centro cultural de la ciudad, junto a miles de cosas más.