Zest architecture ha completado la rehabilitación de una masía en Les Gavarres, Girona. El objetivo del proyecto era convertir una antigua granja en una residencia del siglo XXI. Los propietarios querían una casa moderna que destacará por su arquitectura integrada en la belleza del paisaje.
La masía está situada en el Parque Natural de Les Gavarres, rodeada de un bosque de alcornoques con unas vistas panorámicas al mediterráneo y a las islas Medes.
Lo viejo y lo nuevo se fortalecen entre sí en este proyecto. Los muros de piedra existentes se han reconstruido en parte con grandes aperturas con el fin de vincular la residencia con el entorno. Los nuevos materiales utilizados, como el acero, la madera y el barro, han sido elegidos por la belleza de sus imperfecciones naturales.
Se abrieron grandes aberturas en todas las fachadas dejando entrar la luz natural. El terreno es muy inclinado así que optaron por conectar la masía y el jardín en distintos niveles.
En una masía tradicional la planta baja estaba destinada a los animales, por ello se eligió situar los dormitorios en esta planta para conservar el frescor en verano y situar las zonas de estar en el nivel superior para disfrutar del paisaje que rodea a la casa permitiendo el acceso a la piscina y el jardín por la fachada sur.
El proyecto cumple las normas de Passivhaus, cuenta con aislamiento térmico de corcho, (producido en la zona y en la propia finca), revestido con paneles de Claytec de barro y cañas y se acaba con un revoco al barro. De este modo el antiguo muro de piedra respira, evitando el calentamiento en verano y la pérdida de calor en invierno, eliminando además la necesidad de pintura que hace que la casa tenga un ambiente libre de elementos químicos.
La masía tiene una instalación de geotermia (energía generada con la temperatura constante bajo tierra) para el agua caliente y la calefacción y cuenta con un suelo refrescante en verano.
La generación de energía se realiza mediante una instalación híbrida de paneles fotovoltaicos y un pequeño molino de viento.
En el exterior se crea una piscina natural, donde plantas y gravas filtran y purifican el agua, que ofrece una vista espectacular adicional desde el interior de las estancias.
Recogida de agua pluvial y reciclaje de aguas negras con depuradora biológica (plantas) para el riego del jardín.
Geotermia: suelo refrescante en verano y suelo radiante en invierno.