Khmaladze Architects han diseñado el nuevo McDonald’s en Georgia. El objetivo era romper con el estándar de sus restaurantes y crear un icono de la arquitectura urbana, construyendo este impresionante edificio de cristal.
Y es que McDonald’s no es igual en todos los países, al contrario que otras empresas, que buscan repetir el mismo modelo en todos sitios, la cadena quiere adaptarse a cada país.
El edificio va más allá de vender comida rápida: ofrece espacios recreativos, una piscina y una gasolinera construida para que los automóviles pueden estacionarse y andar por una zona exclusiva que no obstruye el tráfico de las vías. De este modo, McDonald’s prueba una nueva manera de atraer al consumidor.
El restaurante está ubicado en la planta de arriba, bajo una espectacular cubierta acristalada desde la que se puede ver toda la plaza que acoge el edificio con un amplio jardín interior.
El proyecto se organiza en dos programas principales ( la gasolinera y el restaurante) aislados uno de otro, tanto física como visualmente, por lo que todas las operaciones de la estación de servicio se ocultan a la vista de los clientes del restaurante.
En Estados Unidos, McDonald’s pelea por el precio, en España, defiende la frescura de sus productos y en otros países, como Georgia, representa el lujo. Incluso los menús son diferentes: en Filipinas tienen McSpaghetti, en Tailandia ensalada McPapaya y en Noruega la hamburguesa de salmón McLack.
Una experiencia visual única y distinta a las que nos tienen acostumbrados los otros restaurantes de la franquicia.