Hoy hablaremos de la ingeniosa iluminación de un miniapartamento de escasos 20 metros cuadrados en el centro de París, resultado de la curiosa reforma realizada por el estudio francés Betillón Dorval-Bory.
El proyecto se centró desde el principio en la relación de diferentes calidades de luz en el espacio. Por lo que la composición del mismo solo podía hacerse a través de la luz. Para ello se diseñó un espacio sencillo y, sobre todo, muy neutro, donde primase la ausencia de color y de cualquier detalle especial o expresión arquitectónica. El apartamento se divide en dos bloques: uno que alberga cocina y sala de estar y otro que comprende cama y aseo. Ambos bloques se iluminan con luz artificial de diferente CRI.
¿Qué es el CRI? Os lo explicaré de manera muy sencilla. Es una medida de la capacidad de una fuente de luz artificial para reproducir los colores de los objetos fielmente en comparación con la luz natural. Es decir, las fuente de luz con un alto CRI tienen un buen rendimiento del color, o lo que es lo mismo, reproducen mejor los colores que las fuentes que tienen un bajo CRI.
La que mejor reproduce los colores las bombillas de incandescencia que tienen un CRI 100, seguidas de las lámparas fluorescentes que tienen entre 50-90 de CRI. En los niveles más bajos encontramos las lámparas de sodio de baja presión, que tienen valores inferiores a cero.
Vistas desde la zona de estar cocina al bloque dormitorio-aseo
Volviendo a la reforma, aquí se han empleado lámparas fluorescentes, con alto nivel de CRI en la zona de cocina y sala de estar, porque requieren una mejor distinción del color. Frente al bloque cama-aseo, donde se han empleado bombillas de sodio baja presión, ya que se puede ir a una luz más monocromática.
¿Qué se consigue con todo esto? Organizar el espacio en diferentes áreas cálidas y frías, en función de la luz, sobre una base neutra.
Os dejamos algunas imágenes para que os hagáis una idea.
Vistas desde el aseo a la zona de estar
Diferentes vistas del aseo
Planta de la reforma