Entre 1992 y 2002 la aclamada revista de tirada internacional Stockholm New editó 12 números en los que se mostraba una selección anual de las disciplinas artísticas más destacadas. 10 años después se ha seleccionado lo mejor de aquel material para presentar un libro y una exposición que vienen a resumir el carácter nacional sueco en imágenes: Moda, paisajes, retratos, arquitectura, estilo de vida, arte, fotografía histórica… todo un compendio estilístico al que se ha añadido una exclusiva (y altruista) aportación de imágenes actuales que reflejan la evolución de la cultura nórdica en los últimos años.
La iniciativa surgió gracias a varios encuentros entre profesionales suecos de diferentes áreas durante las últimas ferias de diseño celebradas en Milán, Nueva York, Londres o Tokyo; de alguna manera se sentían preocupados por la forma en que el término «nórdico» se ha ido desvirtuando en los últimos tiempos perdiendo su verdadera idiosincrasia y hallaron en esta publicación el proyecto ideal para tratar de redignificar su verdadero sentido puesto que Stockholm New aunaba lo mejor del estilo contemporáneo con el legado cultural sueco de principios del siglo XX.
Este planteamiento es fácilmente apreciable en las propuestas sobre fotografía de moda, cuyo enfoque de vanguardia bebe en gran medida de la estética del cine silente sueco (principalmente de los films de Victor Sjöström), que meditaba sobre las pulsiones de la condición humana en liza con una naturaleza salvaje y misteriosa.
En la sección dedicada al diseño de interiores resulta llamativo el empeño por desligarse del típico esencialismo escandinavo para centrarse en el confort desenfadado y en un espíritu cosmopolita que refleja la fluida comunicación entre los espacios y los habitantes que los pueblan. El manido blanco impoluto da paso al clasicismo naturalista de la madera, la potencia de los paramentos y la reducción del mobiliario al mínimo (en un homenaje al neoclasicismo de Gunnar Asplund)
Los antiguos editores de Stockholm New, Claes y Cristina Britton, comentan que «la idea surgió más o menos por casualidad pero enseguida tomó vida propia y se expandió de forma orgánica»; de ahí que se decidieran a acompañar esta edición especial de su revista con una exposición que la completase: Dicha muestra se podrá ver durante todo el verano en la Galería Thielska de Estocolmo y su gran apuesta radica en la yuxtaposición de las fotografías que muestra el libro junto a las obras pictóricas que forman parte de la colección permanente del museo y así aprender a ver ambas con nuevos ojos. El resultado salta a la vista!
La exposición se ha subtitulado «romanticismo nacional», lo que resume claramente todo lo explicado más arriba. Christina Britton alude a la adoración que tiene Suecia por sus tesoros, mitos, sueños y fantasías: «Siempre he pensado que la fotografía de moda, al menos de la clase que me gusta, ha tomado mucho del papel que jugó la pintura decimonónica escandinava, que se ocupaba exclusivamente de la belleza y la poesía sin vergüenza de no tener en cuenta el resto».
