Cuando nos encontramos con una vivienda nueva, entramos en pánico cuando vemos todas esas paredes blancas y vacías. La mayoría de veces optamos por pintar cada estancia de un color e incluso dentro de cada estancia ¡cada pared de un color! Sin embargo, antes de empezar a pintar, lo más importante es plantearse qué estilo decorativo quieres que predomine en tu casa. En la mayoría de las ocasiones, esas fantásticas paredes blancas te vendrán de perlas para ser más libre en el resto de elementos decorativos de tu casa.
EL ESTILO INDUSTRIAL
La decoración de estilo industrial nace en Nueva York con la tendencia a ocupar como viviendas las antiguas fábricas, lo que más adelante se bautizó con el nombre de “loft”. Las paredes de ladrillos, los suelos de madera y los grandes ventanales son las características más importantes de este estilo. Los colores son los que aportan los propios materiales, el marrón de las maderas, el cromado de los muebles, el gris del hormigón y los colores de los objetos reutilizados o reciclados.
Paredes: ladrillo o pintadas blanco o arena.
Suelos: de madera o microcemento.
Muebles: cromados en grises y verdes, muebles de vidrío o incluso muebles reciclados.
Decoración: un tímido toque de color que conjunte con el resto de tonalidades, como el amarillo del ejemplo.
EL ESTILO MINIMALISTA
La característica más importante de la decoración minimalista es la simplicidad y elegancia de sus formas, espacios despejados y ambientes cargados de equilibrio y tranquilidad. Para la combinación de colores hay que tener en cuenta la elegancia y sofisticación del minimalismo, por lo que la mezcla aleatoria de colores no tiene cabida. El blanco es el color predominante en esta tendencia, combinado casi siempre con el negro. Se puede y se debe alternar con colores neutros. Los crudos como el gris claro, el hueso, el marfil, el arena o el crema son algunos de los posibles protagonistas a tener en cuenta a la hora de elegir mobiliario.
Paredes: blancas.
Suelos: madera, porcelánicos de gran formato en tonos grises o crudos, microcemento.
Muebles: blancos o negros.
Decoración: colores neutros en tonos crema.
EL ESTILO NÓRDICO
Una de las principales claves del estilo nórdico es la combinación de los muebles de madera con los lacados blancos. Las notas de color de las estancias recaen especialmente en los textiles y elementos de decoración o incluso de iluminación. El estilo escandinavo es perfecto para combinarlo con tonos nude, es decir, tonos pasteles combinados en diferentes colores.
Paredes: blancas o arena.
Suelos: madera.
Muebles: blancos combinados con madera.
Decoración: tonos pastel como el rosa o el turquesa.
EL ESTILO POP-REVIVAL
El estilo Pop-Revival es un estilo retro repleto de colores, de vida y de dinamísmo. Se basa en el empleo desmedido del color, los contrastes y las formas geométricas. Se trata de un estilo basado en la decoración de los años sesenta en la que las curvas y los colores flúor (colores ácidos) predominaban en cualquier estancia.
Paredes: con papel pintado o cuadros estilo Warhol.
Suelos: lisos o con moquetas de colores.
Muebles: estilo retro sesentero en colores fuertes.
Decoración: elementos de coleccionista o característicos de los años sesenta, en colores flúor.
EL ESTILO VINTAGE
El estilo vintage se basa en recuperar prendas, objetos y tendencias del pasado para incorporarlas a nuestras vidas mezclándolas con estilos modernos. La característica fundamental de este estilo se basa en mezclar los elementos modernos con los atiguos.
No hay unos puntos básicos a seguir en este estilo en cuanto a las paredes, suelos y mobiliario. El color lo determinarán los objetos reciclados o restaruados que se integren en la mobiliario y decoración de la casa. El cobre patinado, el rosa palo o el azul apagado son los colores más empleados.
¿Qué estilo va más contigo?