Si estás buscando un hotel original para pasar unos días, Het Arresthuis puede ser uno de tus candidatos más firmes. Situado en Roermond, al sur de Holanda, este edificio sirvió como carcel desde 1862 hasta 2007, cuando comenzó su rehabilitación para convertirlo en lo que es hoy en día: Het Arresthuis, un hotel muy singular.
La estructura del edificio se ha mantenido, lo que le da un aire muy particular. Desde su amplio corredor central se puede acceder a las habitaciones, situadas a tres alturas diferentes.
Por supuesto, la vida dentro de esta antigua prisión ha mejorado sustancialmente. En su planta baja se situa un moderno bar-restaurante, con un ambiente muy agradable, en el que se pueden degustar los platos más elaborados de la gastronomía Neerlandesa
Una vez se accede a las habitaciones, solo pequeños detalles nos recuerdan que tan solo unos pocos años antes los visitantes de las mismas estaban deseando salir de ellas.
Comodidades y tecnología se unen en un estilo minimalista y un poco nórdico que nos atrapa y provoca que no queramos abandonar este hotel para volver a la rutina.