¿Eres autónomo o empresario y estás a punto de salir de salir de casa (o del coworking) para lanzarte a la aventura de alquilar tu primer espacio de trabajo? ¿Estás cansado del exceso de muebles de diseño y quieres convertir tu local un lugar en el que te sientas como en casa? Si has contestado afirmativamente a ambas cuestiones este artículo es -sin duda- para ti ,así que toma esto como punto de partida: lo que se lleva es convertir tu oficina en un templo vintage-industrial.
Si bien la decoración pop sigue en el top 3 del interiorismo, su exceso de color o sus muchos elementos plastificados (esos que dan la apariencia del vinilo pop) pueden hacer que terminemos por cansarnos de nuestra propia oficina. El “menos es más” que reina en el manual de la decoración vintage ha llegado para quedarse, así, sin más.
El primer consejo que queremos compartir contigo desde decoración vintage es que estudies en profundidad el local que has elegido. ¿El motivo? Que explotes al máximo las bondades naturales que el propietario o el anterior inquilino te hayan dejado “de recuerdo”. Bondades tipo: paredes de ladrillo, tuberías que se ven, bigas vista o todo aquello que pueda dar a tu oficina un aire industrial pero con toques vintage.
Con los espacios a no tocar bien identificados y con tu croquis mental decorativo ya definido llega la parte delicada: toca elegir mobiliario. ¿La clave para ser fiel a esa decoración vintage industrial que buscamos?
- No caer en los excesos.
- Apostar por aquellos muebles que necesitas o que te ayudarán a crear diferentes espacios.
- Combinar estratégicamente elementos de madera, cristal y hierro.
Una idea puede elegir una mesa vintage de madera como mesa principal (sí, aquella en la que estarás trabajando durante toda la jornada) y adquirir una mucho más grande y de cristal para que haga las veces de mesa para reuniones. Ubicar una fina librería de madera o metal para separar ambos espacios y hacerte con algunas sillas con colores vivos serán otras opciones ganadores.
¿Y qué hay de la iluminación? Si quieres que tu oficina sea una referencia vintage-industrial olvídate de las lámparas halógenas y hazte con lámparas retro colgadas en el techo y a poder ser de metal.
El gusto por los detalles
Pocas cosas personalizan tanto un espacio como lo hacen esos pequeños detalles que tanto dicen de nosotros, de nuestros gustos y hasta de nuestras aficiones. En este pequeño capricho decorativo tiene cabida todo y más: desde colocar dos o tres alfombras persas en las zonas libres de muebles a decorar la pared con cartelería artísticao teléfonos antiguos, pasando por color cajas de madera con aire retro en algún rincón.