Hay proyectos de interiorismo, sobre todo en espacios comerciales, que, desde luego, no pueden dejar a nadie indiferente y cómo no, consiguen su objetivo. Cuando alguien invierte tanto en la imagen de un negocio es para que sea único, diferente y que los clientes lo conciban como tal, para que se sientan especiales, les cree la necesidad de volver y conseguir imagen de marca. Ese sería el éxito de un buen proyecto comercial.
La cafetería que os muestro hoy no es para menos, al más puro estilo de la revolución industrial. Parece que se puedan oir los martillos golpeando el hierro o el vapor de las máquinas cuando estaban a pleno rendimiento. Decidme que no es para quedarse curioseando un rato. No le falta detalle y el ambiente creado parece que te transporte por completo a la época. Desde luego un buen punto a su favor, ahora os dejo en él.
El post es largo pero creo que ha merecido la pena…